FLAVIA TAPA REVISTA WATT:GENERACION FLAVIA

Acompañada por algunos personajes que reposan en la inmortalidad de la memoria colectiva, animó la fiesta de toda una generación. Por entonces, la vida sólo se trataba de bailar y jugar, y con sólo 20 años FLAVIA PALMIERO escribió una gran historia en la tevé. Ahora que esos niños ya están grandes, se propuso recuperar esa energía destapando su lado actoral dedicado a la producción de risas. Txt Leandro Serjai & Andra Sitt

Tal vez muchos olvidaron quién fue la primera mujer que tuvo el honor de personificar a la gran Eva Perón. Fue FLAVIA PALMIERO, la misma que por 1986, supo conquistar con un simple programa de televisión el corazón de miles de chicos.

Antes de comenzar con las funciones de “Taxi 2”, pasó recientemente por la pantalla chica, pero esas apariciones no son el motivo por la cual se la recuerda con tanto cariño. Fueron los bailes y las canciones en “La ola verde”, “La ola está de fiesta” y “Flavia está de fiesta”. Después en 1992 llegó “Flavia corazón de tiza”, una novela que Flavia protagonizaba pero que, entre una escena y otra, aparecían los temas y las coreografías. Así, sin darse cuenta, dejó inaugurada la telecomedia musical juvenil, el formato que explotaría Cris Morena. Pero esa historia pertenece a otra generación.

¿Qué opinás de los programas infantiles actuales?

La esencia del programa infantil ya se perdió. Me refiero a la frescura, la diversión. Hoy todo esta muy armado y producido, se piensa más en el peinado que en el mensaje. Antes sólo importaba la onda que le ponías.

¿Los mensajes se desvirtuaron?

Ahora son novelas de ficción y los chicos no tienen posibilidades de interactuar en el programa. En cambio conmigo, el otro pasaba a ser protagonista y podía participar activamente con todo. Hace veinte años les di ingreso a los niños a la televisión, sin ningún formato en específico. ¿Cómo surge el formato de telecomedia infantil? Fue (Alejandro) Romay. Estábamos cenando y me acuerdo que él me dijo que no quería que hiciera más programas infantiles. Yo me largué a llorar porque a mí las novelas no me gustaban, entonces en el momento se le ocurrió decirme: “Vos querés seguir cantando y bailando. Lo mezclamos y lo hacés dentro de una novela”. A partir de ahí surgió el éxito “Flavia corazón de tiza”, que medía 19 puntos a las siete de la tarde. Inventamos un género que después fue súper explotado con “Chiquititas”.

¿Qué le sumó Cris Morena al género?

Producción. Plata y el apoyo de un canal a su servicio. ¿Cuál es la diferencia entre los chicos de hoy y los de tu época? Los chicos de hoy están más engañados, pero creo que si les das un lápiz y un par de crayones, se van a seguir entreteniendo, por más que tengan una computadora al lado. El tema es que existe una maquinaria de consumo que mis programas no promovían. Nuestro merchandising era una consecuencia que vino después.

¿Qué te genera no haber podido repetir algo así después de 15 años?

Es muy difícil reponerse de eso, pero lo peor que te puede pasar es no seguir intentándolo. A mí me salvó ser muy agradecida porque hay gente que ni siquiera esta cerca de vivir algo así. Hay muchos que levantan un dedo y no pasa absolutamente nada, sin embargo yo ya levanté el mío y dejé una huella. Sigo teniendo sueños pero en ese sentido ya estoy muy realizada. Lo vivo como una vuelta de hoja, ya gané ese gran partido entonces puedo seguir jugando.

¿Qué era lo que te gustaba de los programas infantiles?

No sé. Psicológicamente tuve una infancia muy triste y dura, y alguien alguna vez me dijo: “Quizás saliste al mundo para darle a los chicos la alegría que vos no tuviste”. Tal vez fue eso.

¿Cómo fue tu infancia?

Mis padres se separaron cuando tenía cinco años y desde ahí perdí todo. No tuve el afecto de mi papá y mi mamá tenía que trabajar todo el día, por eso yo pasaba mucho tiempo sola, mirando la tele.

¿Te gusta transmitir alegría fuera de la faceta artística?

Sí, soy generosa y me encanta hacer regalos. Divierto a mis amigos y transmito buena onda. Siempre busco un lado positivo.

¿Cómo te sentís teniendo que entretener a la gente grande?

Me siento más cómoda con los chicos, pero bueno, ya elegí otro camino. Reconozco que esta sensación la voy a llevar toda la vida.

¿Cuál es este otro camino que elegiste?

Permitirme mostrarme más como actriz, en el género comedia haciendo “Taxi 2”. La gente queda sorprendida con esta faceta cómica que nunca antes había explotado. Es muy divertida.

¿Te gustaría volver al cine para poder explotar este costado actoral?

Sí, el cine es una asignatura pendiente. Necesito que alguien me de una oportunidad y listo.

En un momento parecía que “La ola” volvía, ¿por qué el proyecto no se materializó?

No estaban las condiciones. Fue una idea que tuve pero todo se frenó porque la persona que iba a poner la plata se echó atrás. Pero además son épocas muy difíciles para entrar en la televisión, los canales no te apoyan como deberían y pretenden exprimirte más de lo que ellos pueden ofrecerte.

¿Por qué hubo tanto revuelo al respecto?

Creo que es por la fascinación que quedó por ese programa. Cuando surgió la posibilidad, todos se volvieron locos y los medios prácticamente me hicieron una campaña de prensa gratis. Leía las notas y estaba sorprendida porque nunca había tenido tanto apoyo de ese lado. Siempre que salgo en los medios algún palo me tiran.

¿Te sentís muy pegada por los medios?

Sí. Lo que pasa es que nunca fui un producto de la prensa y eso no es muy habitual. Sin hacerme la canchera, digo que, si no sos creación de ellos, más tarde te pasan la factura, pero cuando les debes mucho se aprovechan. Yo no puse mi cola en la tapa de una revista para conseguir nada, me hice valer por mí misma con la película de “Evita”, con “La ola” y fue el público el que me aceptó. A mí los medios no me inventaron, por eso hay una pica entre nosotros.

¿Tomaste conciencia del gran personaje histórico que interpretaste en esa película?

Ya pasaron casi 26 años de haber personificado a Evita y sigo emocionada, ella me cambió la vida.

¿Qué te provoca Evita?

Admiración. Pensá que nadie le enseñó nada a esa mujer y la manera en que llegó fue espontánea. En cambio hoy día todo esta muy calculado y eso me aburre. En mi época no había photoshop, ni cirugías, eras vos con tu talento y el público. No se compraban las tapas de las revistas.

Además de perder espontaneidad, ¿se ganó algo?

No, creo que se perdió mucho más de lo que se ganó. Hay que seguir para adelante.

¿Y cómo se sigue?

Lo mejor es seguir aprendiendo y probándote a vos mismo que podés. Lo que a mí me está costando es recuperar la inocencia, la ilusión porque la fui perdiendo. Pero si pensás que te las sabés todas, ya estás muerto.

¿Alguna vez creíste que te las sabías todas?

Sí, por supuesto, pero como era joven se compensaba. (Risas) Ahora es más difícil.

Al chico que no enganchó ninguno de tus programas ¿cómo le explicarías quién es Flavia Palmiero?

(Risas) No sabría qué contarle porque yo soy eso. Por eso me llevo tan bien con la generación que sí me vio, porque me conocen y no hay que darles ninguna explicación. Esa Flavia fue la que más me gustó ser. Los chicos no tenían filtro y yo tampoco lo tuve, y de esa forma pude ser como yo quise y ellos lo aceptaron.

fuente:revistawatt

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