La nueva red social amenaza con desplazar a Facebook entre los argentinos. ¿Por qué la prefieren políticos, periodistas y celebrities?
En qué momento algo se vuelve “popular”? Si bien no hay una regla para definir el momento exacto, tal vez sea cuando la abuela comienza a hablar con cierta naturalidad del fenómeno. “Lo dijeron en Tuíter”, dice una señora que acostumbra a mirar los programas de tele de la tarde, y suena igual a cuando dice “lo dijeron en el programa de Rial”. En las últimas semanas, el uso de la red social Twitter parece haber estallado en la Argentina. Meses atrás, esa comunidad donde los usuarios sólo pueden enviar mensajes limitados a los 140 caracteres, era un reducto de “nerds” o navegantes gustosos de experimentar “lo nuevo”. Ahora, de golpe, comenzó a ser usado por famosos, periodistas de la tele y políticos, y cada día ingresan miles de usuarios a ver de qué se trata.
¿Cuántos son? Pocos, muy pocos comparados con los diez millones de argentinos que usan Facebook. El analista Enrique Carrier, director de Carrier y Asociados, estima que hay unos 375.000 usuarios de Twitter en el país: “Para dimensionar mejor el fenómeno, conviene considerar que según estadísticas realizadas en los Estados Unidos, el 51% de los usuarios de Twitter de aquel país no participa de la red. De repetirse aquí esta relación, estaríamos hablando de unos 183.000 twitteros argentinos activos. No obstante, se trata de una plataforma de comunicación con una creciente presencia en los medios, lo que genera bastante conciencia de su existencia”.
Como delatan los números, el fenómeno no es tan masivo en los suscriptores del servicio –que es gratuito– sino en el grado de exposición que tiene. En el último mes, por ejemplo, trascendieron varias “peleas” o debates que tuvieron lugar en Twitter. En una de ellas, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se trenzó en discusión con el funcionario porteño Esteban Bullrich por la causa judicial que tiene procesado a Mauricio Macri. ¿Cuál es la gracia de seguir discusiones que parecen cruces de mensajes de texto? Por un lado, la síntesis. En poco más de 10 líneas, las posiciones de uno y otro contendiente quedan explicitadas. Y por otro, cierta espontaneidad que cada vez aflora menos en los medios de comunicación. En Twitter, se guardan menos las formas, es imposible andar con largos parlamentos para aliviar una opinión y nadie es muy consciente del alcance que tiene todavía. Ni siquiera los periodistas. 140 caracteres tirados en Twitter pueden convertirse en un título de un diario, pero no todos lo tienen en claro.
En los últimos meses, varios famosos y “gente de la tele” llegaron a la red social y ese link a la televisión parece decisivo en el alud de nuevos usuarios. Hay de todo: el periodista de chimentos, Jorge Rial; el encargado de la sección Cultura de La Nación, Pablo Sirvén; la conductora FLAVIA PALMIERO; el animador Horacio Cabak; los periodistas Chavo Fucks, Juan Pablo Varsky o Cristina Pérez de Telefe. Cada vez que algún conductor de televisión menciona a Twitter, en ese mismo momento miles de personas se vuelcan a ver de qué se trata. Fue por Twitter que Nacho Viale, el nieto de Mirtha Legrand, avisó que Gonzalo Bonadeo había abandonado la sala de maquillaje y dejado una silla vacía en los almuerzos. Antes, hubiese costado más saberlo.
fuente:revista-noticias.com.ar
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