Hubo famosos que no quisieron perderse a la colombiana, que dijo sentirse "en casa" al saludar al público. Tocó viejas canciones pero también los hits. Toda la cobertura de A24.com.
En el show de este sábado por la noche en Costanera Sur, se apagaron las luces y comenzó el delirio de los fans. En las puertas, la gente se agolpaba pero también los vips. Martín Redrado, abrazado de su hijo,
FLAVIA PALMIERO, con amigas, y Marcela Kloosterboer, altísima y con novio, entre otros, vibraron al compás de la cantante colombiana.
Shakira cambió seis veces de vestuario en su show ante 45 mil personas, y lo dedicó a Gustavo Cerati. Especial mención merecen las faldas de princesa con metros de tul con las que cantó temas lentos; y sus típicos tops de lentejuelas.
Además de sus hits como
Loba,
Loca,
Ojos así, tuvo momentos intimistas que la mostraron en la versión que se la recuerda antes de su explosión en el mundo anglosajón y global: así presentó, con la guitarra colgada, una versión muy versátil de
Inevitable, que dijo era una de sus favoritas.
El comienzo fue fuerte: arropada como una virgen posmoderna, Shakira entró envuelta en tules fucsia entre el público, cantanto
Pienso en Tí, la canción de la banda de sonido de la película
El amor en tiempos del cólera, que supo musicalizar. La voz de la colombiana estuvo bastante bien pero por momentos le dieron un gran apoyo sus dos excelentes coristas. El final fue para
Waka Waka, con niñas bailarinas y un toque festivo que terminó con papeles de colores al público.
La sorpresa, una versión con arreglos de chacarera de
Nothing else matters, de Metallica. El público, era de esperar, no vibró con el guiño de Shakira al rock, algo que también arrastra desde sus comienzos. El ritmo autóctono siguió con un enganche audaz pero perfecto y de Metallica fue a la prosa colombiana de
Llévame, de
El amor en tiempos del cólera.
Más adelante, con un mini umplugged en la pasarela del escenario (extendida hacia el medio del público), Shakira se puso una falda brillosa bordó e hizo alarde de su amor por el flamenco para interpretar, con la voz a la perfección,
Soy Gitano. Mucho cachondeo con el guitarrista y una performance impecable, para una mujer que ya es un animal artístico de dimensiones colosales. Acaso la primera "Madonna" latina de que se pueda tener registro.
Esa colombiana bajita y de formas más armoniosas que hace algunos años (visiblemente más delgada) tiene una flota de más de 20 camiones con equipos a su cargo y lleva especial cuidado en cada detalle del show, incluso hasta de la luz que le llega a sus cotizados abdominales. Se la había visto ensayando con pocos aires de estrella aunque mirando a su celular prácticamente en todo momento.
Shakira demostró que por fin el pop latino tiene un emblema. Algo más lejos del romanticismo de la cantautora de los comienzos, este tanque musical es también un fenómeno artístico y social.
fuente:a24.com
foto:twitter.com/flaviapalmiero
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