ENTREVISTA A FLAVIA PALMIERO,CANTANTE Y CONDUCTORA INFANTIL:DEBERIAMOS PRENDER LA TELE PARA DISFRUTAR UN RATO Y NO PARÁ SEGUIR PASÁNDOLA MAL

Su carrera empezó cuando tenía tan solo 17 años, con una participación en la película “Evita”, pero su trabajo más importante fue, sin dudas, “La ola verde”, un programa televisivo dedicado a esos “locos bajitos” -como diría Serrat- que la convirtió en la animadora infantil más popular del país. FLAVIA PALMIERO, 25 años después, vuelve a apostar a ese público y a sus incontenibles ganas de dejar fluir su creatividad.

Recientemente reeditó un disco con algunas de las canciones más recordadas de aquellos tiempos, como “Señor semáforo”, “Teléfono rock” y “Que tengan buenas noches”, y les agregó un condimento: melodías bien modernas como el reggaeton y el dance.

Flavia Palmiero habló con El Tribuno sobre este regreso que la llena de satisfacciones, sobre el espectáculo que ha montado en el Teatro Maipo de Buenos Aires, la posibilidad de volver a la pantalla chica y la oferta televisiva actual.

Volviste a escena con la reedición del disco infantil “La ola verde”. ¿Cómo fue que decidiste apostar nuevamente a este tipo de proyectos?

Un día me levanté y me dije: “Tengo muchas ganas de volver a hacer algo con los chicos porque es lo que más me gustó hacer en la vida”. Desde ese día pensé: "me animo y tengo ganas...'. La idea es, de alguna manera, encontrar un nuevo camino que reúna lo que les gustaba a los chicos -que ahora son grandes- con las cosas que les gustan a los niños de ahora. Lo soñé desde el corazón y desde el amor que siento hacia este trabajo. Hice el disco con los temas que más me gustaban de aquella época pero, sobre todo, con las canciones que más les gustaban a los chicos en esos años. Volvimos a grabar esos temas pero con música nueva, tratando de mantener la alegría, el espíritu y la esencia que ya tenían.

Pareciera que ya no hay muchos artistas que apuesten a los chicos. ¿Creés que quizá tenga que ver con que son un público cada vez más diverso?

No, en realidad creo que es al contrario. Curiosamente, el público infantil es muchas veces bastardeado porque no tiene un espacio importante. Hace 25 años, cuando yo empecé con “La ola...”, tuve que luchar mucho para alcanzar lo que finalmente logré. Siento que fui un referente muy importante por todo lo que pasó con el programa. A partir de allí los infantiles empezaron a tener cierta entidad. Cuando yo llegué a la pantalla nadie trabajaba para chicos. Luego, cuando los mismos niños me eligieron a mí y al programa, se nos dio un lugar importante y otras personas empezaron a seguir este camino.

¿Qué es lo que más extrañabas de los chicos?

Todo. Extrañaba la creatividad que uno puede tener sobre el escenario o cuando imagina un proyecto. Los chicos me generan una libertad enorme para hacer lo que siento. Es como si no hubiesen pasado estos 25 años, como si nunca me hubiese bajado del escenario... Increíble.

Contame sobre los cambios musicales del disco...

Todas las canciones del disco fueron grabadas nuevamente. “Torta de chocolate” ahora suena como reggaeton, “Pipí papá” es una versión dance. Todas están actualizadas, pero no perdieron la rítmica ni la onda, porque creo que es importante mantener el espíritu de aquella época, con la fuerza que siempre tuvo. Se mantuvo también el mensaje de cada uno de los temas, porque son canciones con mucho contenido, no son frívolas. Por otro lado, el show que se montó en el teatro es una gran puesta en escena.

¿Vuelve el formato televisivo de “La ola verde” a la pantalla?

Por ahora no, pero no es algo que dependa de mí. Me encantaría hacerlo, pero no es algo que pueda decidir en este momento, es un tema de los canales. Por ahora voy a dedicarme al disco y a los shows en vivo para promocionarlo. Ahora, en el Maipo y, después, en el interior del país.

Existe toda una generación que creció con tus canciones y mirando el programa. ¿Te sorprende que ese público te recuerde?

Sí, totalmente. Un gran motivador de mi vuelta tiene que ver con el amor y con esto de que mucha gente seguía como enloquecida con “La ola...”, como si el tiempo no hubiese pasado. Algo que ocurre en el show y que es genial es que los grandes lo disfrutan tanto como los chicos. Jamás me imaginé que tantos años después la gente iba a seguir tan enganchada con lo que hago.

En los últimos años te dedicaste un poco a estudiar, algo que no habías podido hacer demasiado por el tiempo que le dedicabas a “La ola...”

Aproveché porque cuando empecé con “La ola...” tenía 19 años y no tenía mucho tiempo, es cierto. Estudié canto, baile y actuación. Pero también tiene que ver con 27 años de escenario transitado, con una carrera en serio; no una “carrera” en las tapas de las revistas mostrando la cola, sino sobre el escenario, como actriz y como conductora de televisión, escribiendo proyectos y motorizándolos, y también como madre y como mujer. Tengo mucho más para dar ahora que antes.

Estuviste un poco alejada de los medios. Igualmente nunca intentaste eso de “nutrir” tu carrera con el escándalo. Fuiste parte de “Bailando por un sueño” y, sin embargo, no caíste en el juego que caen muchas figuras...

Es cierto. Nunca me metí en líos ni me peleé con nadie. A mí no me gustan esas cosas. Me usaron como blanco de muchas agresiones pero yo no entré en ese tipo de cosas porque, además, mi vida nunca tuvo que ver con eso. Nunca trabajé de famosa; yo soy reconocida, que es muy distinto.

¿Qué pensás de la oferta televisiva actual?

Creo que en cualquier momento va a haber alguna transición. No me gusta la violencia que se transmite, pero bueno... son cosas que pasan y que ojalá pasen rápido. Me gustaría que haya un mensaje más tranquilo, que tenga más que ver con los sueños, con la gente que trabaja y con la gente que se gana la vida bien. Me parece que debería asumirse que no están muy buenos algunos de los mensajes que se transmiten a diario y hay que ser más responsable al respecto. Todos cometemos errores, nadie está exento de nada, pero si se está al frente de un medio de comunicación hay que tener ciertos cuidados con el lenguaje, entre otras cosas, porque les llega a chicos y a grandes y les hace daño a todos. A los grandes también les hace daño lo que ven. Todos tenemos frustraciones, sufrimientos reales... Creo que deberíamos prender la televisión para disfrutar un rato y no para seguir pasándola mal. Cuando yo era chica, veía la tele y soñaba con estar ahí porque parecía un universo mágico, un lugar más feliz, con gente talentosa. Ya no es así.

¿Podría decirse que, con este nuevo proyecto que ocupa tus horas, te

reencontraste con tu lugar en el mundo?

(Ríe) Sí, por supuesto, con el lugar que más me gusta.

¿Vas a traer el espectáculo a Salta?

Me acuerdo que hace 20 años fui a Salta a presentar un espectáculo y fue hermoso. Espero, a partir de agosto, poder volver a esa provincia tan linda.

fuente:eltributo.info

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