FLAVIA:LA VIDA COLOR VERDE



 laopiniondiaria.com.ar  se traslado hasta los estudios de Vale 97.5 para hablar con FLAVIA PALMIERO  quien vuelve a ser arrastrada por su Ola hacia nuevos desafíos con su debut en la radio. Nos contó sobre la televisión actual,  los temores y los sueños. Flavia  supo conquistar a los chicos y lograr una vigencia que ya no distingue generaciones.

 
Pocas personas tienen la posibilidad. Pocas pueden imprimir una marca, que más allá de los acostumbrados manoseos del tiempo, no se deja tocar en la memoria de los guardianes del recuerdo. Ellos, los chicos (y los que alguna vez lo fueron, o sea, todos), no conocen de especulaciones. Sus elecciones a la hora de lo únicos que les debe importar, son inapelables. La aprobación o no se dirime en un inexpugnable juego de opuestos que no conoce matices. O estás o no estás, muy simple. A  ella hace 20 años la balanza se le inclinó  a favor. Y con eso, claro, su vida ya no fue la misma.  Es que el legado de los chicos asegura una permanencia atemporal, porque cala desde lo emotivo. Se despoja de toda racionalidad para darle paso a esas sensaciones que sin previo aviso devuelven cada tanto unos segundos de ese estado mágico, la infancia.

FLAVIA PALMIERO y su Ola Verde están de vuelta (y no en el sentido peyorativo de la expresión). Desde hace algunos días conduce de lunes a viernes y  de 13 a 17 el programa Vale Flavia por Fm Vale  97.5.  Está claro que a esta altura de su carrera su nombre es inseparable de sus espectáculos y todo lo que haga quedara impregnado de esa revolución que generó a fines de los años 80 y principio de los 90. Pero ella no reniega de esto,  sino al contrario. El año pasado volvió al teatro desatando otra vez una emoción especial que no se percibía en la calle Corrientes desde hace mucho tiempo.  “Era una gran asignatura pendiente, todos me lo decían cuando me encontraba en la calle con la gente y me preguntaba cuándo volvés, cuenta la  polifacética actriz y animadora desde el estudio en el que interpreta su nuevo rol de comunicadora. Sin embargo, el eterno temor de afrontar y jugar a revivir el pasado  se disponía a interpretar un papel especial: “La verdad es que ya era una etapa superada en mí, como artista y humanamente. No me animaba, pensé que todavía no tenía la energía o la luz para  subirme al escenario para volver a conquistar a los chicos que crecieron y a los chicos nuevos. Pero un día me levanté y dije basta, es ahora o nunca. Es que lo tenía ahí, en el alma, pero me animaba. Todo fue una sorpresa tremenda porque los que crecieron estaban enloquecidos y los que no me conocían, al minuto que veían que el show y escuchaban la música se enloquecía. Fue algo hermoso”, define Flavia como la expresión de un chico que se queda sin palabras para describir tanto.

En una época de estimulaciones fugaces y productos cambiantes, ella encontró su camino sin mirar hacia adelante,  a contramano de la mayoría. En cambio, fijó su vista el ayer y en el ahora, como los chicos, que viven despreocupados de lo que vendrá,  siguiendo la estela de la música, los colores y sensaciones que arrancan sonrisas y despiertan reacciones inolvidables.  Pero hoy, no todo pareciera ser tan verde como antes.  Con la autoridad que su trayectoria le da, Flavia no duda en decir que en la televisión actual “no hay espacio para los chicos”. Y lo  dice por experiencia propia: “El  lugar que ocupaba la Ola nunca lo pudimos volver a poner en la tele y la verdad es que es una lástima, no sé lo programadores en qué están. De hecho en este año  debería estar la ola en el aire pero no lo pudimos lograr, era un programa popular para que los chicos se expresen y se diviertan. A mí me hubiese encantado hacerlo. Pero no sé porque se perdió todo eso. Parece que a los directivos de los canales no les importan los chicos”, sentencia esta embajadora y abogada defensora del reino de los más pequeños. Una situación que quizás le arranque una lágrima de nostalgia al mismísimo Señor Televisor.

Pero la vigencia de Flavia es  su motor  y la impulsa hacia nuevos caminos. Esa que la llevó a estar hoy en la radio,  “una asignatura pendiente” para ella: “Yo siempre lo quise hacer pero nunca se daba la oportunidad y el hecho de que no vuelva La Ola a la tela me dejó un poco en blanco. Entonces me junté con Daniel (Hadad). Ya nos habíamos juntado muchas veces, yo había trabajado con él haciendo Flavia en Magazine en Canal 9, que había sido un éxito tremendo hace unos años. Pero esta vez le digo:’ ¿se hace no?´. Esto fue un jueves y el lunes ya me llamaron y nos juntamos, lo armamos y acá estamos”, explica con naturalidad. Pero,  a pesar de esto, reconoce que  ante este nuevo desafío “por un lado tenía y tengo aún los nervios, pero le pongo mucha energía”. Sin embargo, la influencia de todos los años la arrastran como una ola hacia la orilla de su destino: “Por más que sea un programa de radio y muchos me dicen que me relaje yo le pongo la trayectoria que tengo, como hago con todo, le pongo toda la pasión. Salgo de acá y quedó como dormida después de tanta entrega de energía. Son 4 horas y es un programa en el cual me siento muy cómoda y era el que tenía ganas de hacer.  Por surte también está Gabi Romero, que es la locutora y me lleva, porque nunca había hecho radio yo. Creo que es lo único que me faltaba hacer”.

“Cine, teatro, televisión, producir, shows, obras, hice tantas cosas pero radio nunca”, enumera  Flavia como si tuviera que justificar este nuevo desembarco de los medios y saca a relucir su carta más fuerte: “Sé que mucha gente me identifica por mi voz, eso me lo decían siempre y me quedaba. Y además me gusta mucho la música, la gente y la comunicación. Creo que son pilares muy importantes para hacer radio”.  Así, la buena onda que inauguró en los 90 vuelve a tener su correlato en el éter: “La verdad es que la estoy pasando muy bien, viviendo día a día acá con el equipo. Más allá de la trayectoria que uno tenga es una gran oportunidad. Me siento muy bien, sobre todo con lo que pasa con los que escuchan la radio. Es una relación increíble, hasta íntima se podría decir. Cuando te dicen  ´te escuché´,  te lo dicen de una manera muy mágica. La radio tiene eso de que te acompaña. Estás en tu casa, en el auto o en cualquiera lado y podés escucharla. Y eso me acercó, siento como que me acerca mucho a la genta y eso me gusta mucho”.

Más allá de los juicios de valor personales existe un legado que queda intocable ante el paso del tiempo. Se podrán hacer miles de observaciones sobre la vida de esta encantadora de niños. Pero las obras siempre trascienden a los artistas. Las opiniones no alcanzan para herir algo que deja de ser personal para ser parte del inconsciente colectivo. Una vez allí ya se convierte en historia, le pese a quien le pese.  Flavia, ya pareciera estar al tanto de todo esto: “Creo que si hubiese escuchado, en la vida y en mi carrera, a todos los que me dijeron algo no hubiese salido de mi casa. Por supuesto que siempre a la hora de elegir o decidir escucho todo, pero lo más importante es que escucho mi corazón y todo lo que siento.  Por eso es que a veces me equivoco y a veces  acierto, nada más que eso”. ¿Habrá acertado? Preguntémosle a los chicos, ellos no mienten.

fuente:laopiniondiaria.com.ar

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