Desde su gran aparición en la Ola Verde,FLAVIA PALMIERO se mantiene intacta y sigue impactando por su belleza. En esta oportunidad, analiza la juventud desde su experiencia y la visión de una madre.
Para aquellos adultos, que en la década del ´80 y principios de los ´90 fueron niños, Palmiero fue una gran referente de la televisión. Sus programas La Ola Verde y Flavia está de Fiesta fueron éxitos imborrables que quedaron guardados en la memoria de grandes y chicos.
Hoy, Flavia es una conductora y actriz muy reconocida en el espectáculo argentino. Su figura siempre es recordada por ser una de las animadoras infantiles más exitosas de los últimos 25 años, y eso se lo ha ganado en base a dedicación y esfuerzo.
Además, cuenta con una belleza privilegiada, lo que le permitió que el mismísimo Franco Macri – padre de Mauricio- le declarara su amor.
Con una hija de 24 años y uno de 18, es voz más que autorizada para dar su visión sobre los jóvenes del siglo XXI.
Desde tu lugar de madre, ¿qué consejo podrías darle a aquellos jóvenes que están transitando la vida después del colegio?
Los padres estamos todos los días tratando de inculcarle cosas y ellos no te escuchan. De todas formas creo que no hay que dejar de decirles lo que uno piensa, aunque te saquen rajando. Por el lado de mis hijos, son totalmente libres. Por otra parte, creo que esta época es muy difícil para marcarles un camino, cuando los medios se ocupan de difundir una vida muy fácil, y en verdad no lo es. Por eso, si ven en la casa que todo es sacrificio y la realidad está allí, puede servir mucho para que sepan que el camino es largo y que no se frustren si a los 20 años no llegaron al éxito. Recién empiezan y no está todo perdido. En la Argentina, hay un tema muy raro con la juventud, y se cree que hay que ser joven para todo. Sin embargo, la vida es larga y cada etapa tiene su buen momento.
¿Cómo ves a tus hijos hoy en comparación con tu juventud?
Tuvimos vidas muy distintas. Yo tuve que salir a trabajar a los 17 años. Ellos tienen otra realidad. Gracias a Dios, tienen un papá y una mamá que los pueden bancar, tienen tiempo para elegir y decidir. Yo en su momento ingresé en la Universidad, pero me fui al poco tiempo porque me importaba mucho más esta carrera. Y a los 17 me eligieron para hacer de Evita. Ya van 30 años de romperse el alma todos los días. Hay cosas que salen y otras que no. Esa es la realidad que tienen que vivir los jóvenes.
¿Tus hijos cargan con el peso “de ser hijo de”?
Sí, totalmente. No es fácil tener una mamá famosa. A pesar de que ellos hayan elegido un perfil bajo, no es algo muy divertido. Igualmente, lo que les importa es lo que pasa en casa. En muchos casos, hay padres que no cumplen en sus casas y no son famosos. Creo que marginar a la gente como yo porque somos conocidos o porque salimos en una revista está pasado de moda, pero nunca de perjudicar.
¿Cómo ves a los chicos con el uso de las redes sociales?
Está como muy zarpado. Cuando uno ve esos insultos sin filtros hasta de nenes no se pueden creer. Es una lástima porque a mí de chiquita no se me hubiese ocurrido insultar a una persona más grande que yo. Por suerte, mis hijos no tienen redes sociales, pero si llegan a insultar a alguien, me muero, y ¡los mato!
¿Creés que la juventud de hoy tiene buen porvenir?
Está difícil. Yo soy de las que agradece haber estado en otra época. Todo lo que yo hice no lo hubiese podido hacer ahora, de la manera en que lo hice.
FLAVIA PALMIERO habla porque conoce el paño. Sabe de las dificultades que hay que sortear para lograr un buen resultado. Por eso, pensó y contestó las preguntas con inteligencia. A lo largo del reportaje, se la vio comprometida y preocupada por el destino del mundo juvenil. Ella vivió esa etapa y tuvo la suerte de encontrar la popularidad. Sin embargo, no se olvida de que todo lo hizo trabajando y puliendo su profesión. Aquella joven que en los ´80 entretenía a los nenes, hoy sirve de guía para los veinteañeros.
fuente:mundoucomar
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